Si vas a ir de trampa, tenés que tener un lugar. Puede ser tuyo o temporal. Cada sitio tiene su tratamiento específico. Hoy hablaremos del más simple, que es el temporal. O sea, hoteles o lugares a los que quizás no vuelvas. A menos que seas un adolescente, que aun vive con los viejos. Puede que tengas sitio propio. Siendo casado, claramente, un telo es la opción más lógica. Siendo soltero pero viviendo solo, tenés tu propio lugar. Dejemos este último para la próxima, ya que es un tema más extenso. Siendo casado, o en pareja conviviente, no podés llevarla a la misma cama que a la oficial. Eso es el peor error que cometen muchos, sobre todo dejandose llevar por la calentura. Lo primero que se debe hacer es mantener la cabeza fría, regla uno. Si por calentura usas la misma cama que con tu pareja oficial, prendela fuego que es más fácil que borrar todo rastro. Que hacer en ese caso? O si tenés novia pero no vive con vos? La próxima parte lo trataremos. Lo mejor y más recomendable es ir a otro lado. La casa de una amigo es una opción, pero como dije en la parte anterior, mejor no contarlo, regla número dos. Así que si querés mantener el secreto, lo mejor es que lo sepan solo los dos. Ir a un hotel alojamiento es lo mejor que se debe puede hacer en estos casos. Muchos están ubicados en calles escondidas. De tener auto, se puede pero no se debe usar el estacionamiento, aunque muchos pensarían que es lo mejor. Es preferible dejarlo a la vuelta o cerca a meterse dentro. Si alguien te viera, justo entrando, las chances son pocas pero existen,, no hay forma de negarlo. Ir caminando con alguien no es sospechoso. Al entrar al telo caminando, se puede vigilar no ser observado, desde el auto es más complicado. La mejor opción es buscar un hotel alejado de la zona habitual y lejos de quienes pueden conocerte. Los de ruta son ideales en este aspecto. Siempre usa efectivo. Nunca tarjeta de crédito o débito, tampoco transferencia o billeteras virtuales. Si no usas efectivo, no vayas de trampa. Sin cash, dejás un rastro. Regla número cero de tan básica, que no te agarren, como decía Dexter Morgan.
Si mentís con alguien más para cubrirte, es un riesgo. Mejor es no dar explicaciones de adonde se va, sino ni hacerlo con la amante. Confiar en amigos es peligroso, con los años pueden cansarse de ser excusas o querer escupirte el asado por varias razones. Les gusta tu pareja y odian que la cornees. Te quieren ver caer. Hasta el mejor amigo y más fiel puede enojarse el día de mañana y delatar una infidelidad que ocurrió solo una vez, diez años atrás. Un secreto de trampa, es mejor si solo lo saben dos. Tres o más, son multitud.
La ropa debe ser examinada meticulosamente, perfumada aunque no en exceso. Es preferible tener un tiempo largo para hacer todo esto, antes que regresar a ver a la oficial. Cabellos, olores, marcas; todos son indicios delatores. Armá una lista con lo que debés hacer en tu transición de amante a oficial. Que pasos faltan para quitar toda marca que te deschave. Lo mismo aplica con una amante que llevas en tu auto o moto. Esta última es menos delatora. Pero el auto, puede contener un mechón de cabello de tu amante, repartido por todo el tapizado. Para peor, si tu pareja es morocha y tu amante rubia, o viceversa, vas muerto.
No es recomendable que lo hagas en el trabajo. Cámaras de seguridad, otros compañeros, otros trabajadores que no conocés; son todos posibles chivatos. El chamuyo puede que sea en el trabajo, pero siempre debés mantener la seriedad que dentro de ese lugar no deben hacer nada.
Fantasías pervertidas de ayer y hoy presentó...
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