"Las caricias de la lengua sobre la oreja y el oído tienen un poder erotizante en nuestro cuerpo. La causa es un fenómeno llamado reflejo aurículogenital que se origina en un nervio del canal auditivo.
Este apartado del libro me recuerda a una clase de semiología, donde se pusieron a charlar sobre los usos de la lengua y la profesora se sintió incómoda de como se reían de esa frase. Algo que creo, ya he comentado aquí, pero es una linda anécdota para recordar. En estos días de rojo, en tres veces entramos en terreno de combate, a sangre y fuego.
Fantasías pervertidas de ayer y hoy presentó...
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