"Los campos tienen ojos, y los bosques, oídos."
Geoffrey Chaucer, Cuentos de Canterbury, el cuento del caballero
Una vez sale bien, dos veces bien, tres veces...
Este es un tema muy puntual pero crucial, reiterando lo que ya se ha dicho anteriormente. No descuidarse, sería claramente a lo que nos referimos. Aunque siempre existe el margen de error, lo que debemos intentar aunque es difícil lograrlo en forma perfecta, es reducir el riesgo a su mínima expresión. El riesgo debe ser el más nimio, las chances de ser descubierto las más remotas. Pero algo siempre puede salir mal, no existe el escenario en el que todo sale perfecto siempre. Alguna vez puede que no todo salga ok. Entonces debemos siempre tener un plan de contigencia. Que excusa poner, que relato contar, como explicar que estábamos haciendo. El ladrón, más que nada el que hurta o saquea, tiene una lógica de que una vez le sale bien y se siente perfecto. Dos veces le sale bien y se siente impresionante. Tres veces le sale bien y se siente imparable. La cuarta, la quinta o alguna más pronto que tarde, le sale mal. Y ese es el fin. Va preso. En el caso del infiel, es lo mismo. Una vez, la chapuza te sale bien. La segunda, no crees que sospeche. La tercera, pensás que ni se entera. La cuarta, la considerás una idiota. Y luego, te enterás que ella lo supo desde la segunda vez. O se entera en la quinta, no importa. Por esto, volvemos sobre el punto, que no te pesquen. No lo cuentes, no te confíes. El plan no puede ser una cosa armada a las apuradas, forzando horarios y situaciones. No conviene hacerlo a riesgo de que sospeche. Para eso, es mejor que no hagas nada de entrada. Ni siquiera concertes un encuentro con tu amante. Meter un encuentro con tu amante, un día que luego debes ver a tu pareja o antes de que tengas otro compromiso que ella conoce, es un gran riesgo. Es como armar el cronograma de trabajo y poner más tareas de las que se pueden realizar. No solo que el encuentro con la amante va a ser apurado, te genere ansiedad y puede que hasta te acabes pronto por eso, es meterse a correr riesgos estúpidamente. Por qué razón te expondrías de esa manera? Por calentura? Por ansiedad? Por no poder cancelar cuando es la mejor opción? Recordá algo. Una vez que le canceles a tu amante no es malo. Puede que te beneficie, te hace desear más. Tampoco es conveniente abusar y hacerlo porque si o vivir cancelando. Es probable que se canse de estar de segunda y encima frustrada. Pero con una vez cada tanto, vas probando que tal tolera la frustración, que no te pueda ver. Si ya se pone en exigente con una cancelación, te sirve como red flag de que es mejor perderla a esa amante. Un día podés hacerlo forzado y sale bien, pero ese es el primer paso a confiarse y que posteriormente, la cosa salga mal.
Cabe la posibilidad de que tu pareja se entere y no te diga nada, tu chapuza de querer apresurarse te delató. Y ella se dio cuenta, aunque no dijo nada. Eso solo significa que está esperando verte pisar el palito, en el mejor de los casos. En el peor, está planeando su venganza. Puede que no se entere aunque hayas sido muy desprolijo, pero a partir de ese día, puede que comience a sospechar. Tus chapuzas pueden llevarle a que desconfíe. Lo cual se convierte en el principio del fin. No la ves venir, no sabés que sospecha quizás. Que se entere y te descubra es solo cuestión de tiempo.
Fantasías pervertidas de ayer y hoy presentó...

No hay comentarios.:
Publicar un comentario