lunes, agosto 05, 2019

Las razones de la infidelidad.

Mucho se ha escrito sobre el tema de la infidelidad, tanto en ficción como en ensayos, y no es mi intención realizar el punto final sobre el tema o lograr el summum al respecto de esta temática.
No obstante, tomemos como ejemplo a una pareja de amantes, infieles con sus respectivas parejas.
En el caso de un hombre, generalmente, es muchas veces por esa necesidad de acrecentar o alimentar su ego masculino, salir de la rutina de su pareja estable o simplemente sentir la diversión de lo diferente. En muchos casos, esto es un claro signo de un fracaso en la pareja, sea esta o no legal, o un desinteres de la "mujer oficial". Después se puede debatir si el hombre es quien no sabe como conectar con su pareja y por eso busca en otro lado, algo excitante. Todo es muy cierto, pero no quita el hecho de las razones por las que lo hace. Algunos hombres, no todos somos así, necesitan sentir que valen como amantes, que son capaces y mucho más, en satisfacer a una mujer. Claramente, es todo una cuestión de ego. Muchos especialistas sostienen, y yo debo concordar con ellos, que un hombre que necesita reafirmar su sex appeal o su masculinidad, es que siente una falencia corporal o meramente de potencia. Puede que la tenga grande y aun así, no le parezca importante eso. Puede que logre hacerlo tres veces en tres horas, pero se le antoje que es un rendimiento mediocre. En este caso, todo es una cuestión mental. La puede tener gigante y sentirse pequeño. Esto también vale para los gays, como para los hetero.
El caso de las mujeres infieles, es mucho más complejo y diametralmente opuesto. No hay ego que requiera ser satisfecho, generalmente. Pero tampoco hay una mera diversión sin razón. Después de siglos de machismo condenatorio ante la infidelidad femenina, en esos juicios parcialisimos, que se pueden ver hasta en la biblia; las mujeres aprendieron a no hacerlo por cualquier razón trivial.
Generalmente, la mujer es infiel por hastio y por que ya está dando por cerrada esa relación, aunque habitualmente el amante no sea el reemplazo. Si lo hace, es por alguien que realmente le parece muy atractivo o importante para su vida.
Una gran diferencia entre hombres y mujeres, demasiado evidente para no mencionarla ya. Es la de contar una aventura. Los hombres se fascinan en relatar amorios y fatos que han tenido, algunos incluso siendo mentira. Las mujeres, jamás cuentan historias que si ocurrieron realmente. Una mujer puede ser la más discreta metiendo cuernos, por eso el hombre se deschava solo en la mayoria de las veces. Conozco relatos de mujeres que no saludan con un beso al amante, hasta no estar puerta adentro, de su casa o de un hotel, por temor a ser vistos por alguien conocido de su pareja. El hombre es capaz de llevar a su amante a un restaurante en la zona que pasea con su esposa, o llevarla a boliches donde rondan amigos de su novia. Si, hay bobos así.
Por eso, el infiel inteligente, jamás cuenta sus fatos, solo lo saben su amante y él. Ni al mejor amigo. Porque mientras más personas lo sepan, más chances de ser descubierto. Deberían aprender todos un poco de las mujeres y su discreto silencio. Ellas, muchas veces no lo cuentan ni a su mejor amiga, la misma que odia a ese novio cornudo. Nadie le asegura que un día se enojan y la delata con su pareja.
-Marcela te metió los cuernos con un compañero de trabajo, esa vez que te dijo que iba a un bautismo.-se escucha decir a la buchona amiga.
El hombre tiene ese mismo riesgo, pero cualquier delator, sabe que mañana puede ser delatado a su vez en sus propios pecados. Si sos hombre e infiel, no lo cuentes, no te jactes, ese es el camino a que te delates solo. Y por encima de todo, no sientas culpa. Si ese es tu caso, más te vale abandonar esa vida de gatero. No hay gatero más imbécil que aquel que se asume ante todos como tal o muestra esa actitud desenfadada o acosadora. Primero, es patético. Segundo, es muy denso para muchas mujeres a las que no les interesa el hombre en cuestión. Y tercero, tu pareja te va a hostigar todos los santos días de tu vida, temiendo que la engañes. El verdadero infiel inteligente resulta ser un lobo en piel de oveja, se que suena horrible eso, pero es así realmente. El infiel con cancha, es callado, jamás cuenta sus amoríos, nunca se cita asiduamente, ni se desespera por verse con su affair. Y en muchos casos, el fato es solo eso, la novia es realmente su amor verdadero, el fato no significa nada. Es por esto que muchos se comen bichos clandestinamente, cuando la novia es una diosa del Olimpo.
Es por esto, que si vas a ser bocón o un culposo, no intentes hacerte el macho latino de salir a cazar otras mujeres. Cuidá la que tenés y seguí siendo fiel.
Para el infiel, tanto hombre o mujer, deberá pensar la razón de ese engaño. Es solo una aventura sin importancia, un descanso de la rutina o es que ya no le excita su pareja oficial? La respuesta solo la sabe cada quien.
Fantasías pervertidas de ayer y hoy presentó...