viernes, noviembre 30, 2007

Huye de las tentaciones, despacio, para que puedan alcanzarte.

Bueno, a pedido de unos cuantos seres importantes en mi vida, (Léase mi bruja, Scaladei, Tucul, Janua Coeli, entre otros.) volví a poner este blog en línea. Las razones de darle de baja fue, que me trajo cierto inconvenientes. Inconvenientes que me generan el no saber como congeniar esta creación mía en mi nuevo estilo de vida. Así que como ahora, mis sentimientos han encontrado un rumbo distinto, voy tratando de poner escritos de otros, hasta que decida que hacer con Que asex. Lo dejare en el olvido o cambiara para ser un blog romántico? Será la próxima encuesta que ponga, después de tragas o escupís?
Mientras tanto, los dejo con el maestro Eduardo Galeano que escribió este relato en su grandiosa obra “El libro de los abrazos”, llamado:

Teología 1
El catecismo me enseño, en la infancia, a hacer el bien por conveniencia y a ano hacer el mal por miedo. Dios me ofrecía castigos y recompensas, me amenazaba con el infierno y me prometía el cielo; y yo temía y creía. Han pasado los años. Yo ya no temo ni creo. Y en todo caso, pienso: si merezco ser asado a la parrilla, a eterno fuego lento, que así sea. Así, me salvare del purgatorio que estará lleno de horribles turistas de la clase media; y al fin y al cabo, se hará justicia. Sinceramente: merecer, merezco. Nunca he matado a nadie, es verdad, pero ha sido por falta de coraje, o de tiempo, y no por falta de ganas. No voy a misa los domingos, ni en fiestas de guardar. He codiciado a casi todas las mujeres de mis prójimos, salvo a las feas, y por tanto he violado, al menos en intención, la propiedad privada que Dios en persona sacralizó en las tablas de Moisés: No codiciaras a la mujer de tu prójimo, ni a su toro, ni a su asno…y por si fuera poco, con premeditación y alevosía he cometido el acto del amor sin el noble propósito de reproducir la mano de obra. Yo bien sé que el pecado carnal esta mal visto en el alto cielo, pero sospecho que Dios condena lo que ignora.
Fantasias pervertidas de ayer y hoy presentó...

3 comentarios:

Rzial... dijo...

Seremos entonces dos entre los tantos que visitaremos el fuego del infierno, todo a causa de ese perfecto amor y ese arte de besar, de tocar, de gritar y de sentir lo que divinamente se nos ha otorgado... Podria Dios castigarnos por usar tan perfectamente las herramientas que el nos dio para nuestro propio placer???

Sex Shop dijo...

Muy buenoooooo!!!!!!!!!!

Ichinén dijo...

Se agradece.