Con respecto a tus horarios personales, ya dijimos que no debés ser predecible. Hacer siempre lo mismo, ir y venir de forma esperada, no solo es aburrido para las mujeres. También hace que te resulte difícil ir de trampa. Nunca ir del trabajo a casa y de casa al trabajo. Eso solo hace que te tomen el tiempo. Y cuando te salgas de ese esquema, así sea por un imprevisto y no por alguna infidelidad, serás acusado de lo último con seguridad. Las mujeres no creen que hayas tenido un inconveniente, seguro las estuviste engañando. Si hay algo peor que ser acusado de ser infiel, es no haberlo hecho en primer lugar. Por lo menos, que te acusen con justa causa. Aunque mejor que todo quede en acusaciones y sospechas, que nunca puedan confirmarlo. Mientras tanto, siempre negá todo. No permitas que controlen tus horarios, que los vigilen, que los sepan al detalle. Dejá siempre un espacio para la improvisación, dejá un lugar sin aclarar, que no se sepa bien si vas o venís. Mejor que tener que explicar una mentira es no dar cuentas de nada. Si tiene ganas de sospechar, lo hará de todas formas. Lo malo sería que vos le alimentes esas sospechas, haciendo movimientos raros, cambios inusitados de horario, etc. Lo mejor es no tener un cronograma armado o que no lo sepa ella, al menos. Si nunca diste explicaciones, y eso vale para muchas otras cosas, no se sentirá con ganas de pedirtelas. Que la oficial no sepa si salís siempre a la misma hora o si tenés tal o cual actividad en un día o en otro, te da libertad para armar un plan. Por esto, retomo el tema de no forzar situaciones. Si por armar un plan con la amante de turno, vas a realizar una movida muy llamativa de horarios, llegando tarde sin explicación o coartada; mejor que lo pospongas otro día. Debemos evaluar entonces si el encuentro con la amante vale tanto como para tirar todo por la borda.
Usar amigos como dije antes, es un arma de doble filo. Puede que se pisen solos, se olviden y metan la pata. Puede que ese amigo algo dudoso, le tenga ganas a tu novia y le botonee tu trampa. Puede que le agarre un ataque de moralidad y se ponga en legal, negándose a cubrirte. O también puede suceder que de tanto cubrirte en tus fatos, se cansen de esconderte y taparte. Algo que siempre debés tomar en cuenta, si pedís que te cubran en una mentira, deberías hacer lo mismo. Un amigo que no me cubre, no debería exigir que yo lo haga. Quid pro quo. Tener una coartada, como vimos en el capítulo anterior, es mucho más fácil si tus horarios no son conocidos en detalle. Si dejás una zona oscura, allí se puede trabajar un encuentro de trampa. No tener horarios fijos ya de movida es muy útil. Sobre todo para que tu pareja no te caiga de improviso a buscarte, sea a tu casa o al trabajo, o a tu lugar de estudio. Lo mismo que los sitios que rondás. Si siempre vas al mismo bar con tus amigos y te inventás eso como excusa. Puede que ella te diga que pasó por ahí y no te vio. No te entregues de esa manera. Cuando ella pregunte donde fueron, usa algo poco habitual o probable, nuevo de ser posible. Pero debe ser uno que si conozcas para poder rellenar la historia, siempre en forma sucinta y natural. Que no sepa de antemano la excusa, por eso es mejor no dar explicaciones. Si ella, por razones de fuerzas mayor, ya sabe que vas a jugar al futbol a tal canchita y luego te busca ahí… pero no te encuentra porque estabas con tu amante, te vendiste solo. Peor aun si tus amigos si fueron a jugar y le dicen a tu novia que nunca llegaste, sos boleta. Mejor es no decir nada, y luego inventar la excusa. Pero también cuidado. Como en el ejemplo anterior. Ella puede venir de hablar con tus amigos y saber que no fuiste a la canchita, y cuando le respondas que si fuiste al futbol de los chicos, estás en el horno con fritas. El problema con esas excusas, es que involucran lugares puntuales y personas ajenas a la trampa, peligrosísimo siempre. Sobre todo tengo aversión por las excusas de deportes. Ya que tenés que simular que usaste esa ropa para jugar. Si no tiene rastros de pasto, sudor o marcas de uso; tus prendas te delataron. O vos mismo por no pensar que esa ropa debía ser usada, solo pensaste en que no ibas a usarla y nada más. Hubo una mujer que le cosió el interior del short de tenis a la pareja. La excusa del hombre fue que iba con su mejor amigo a jugar ese deporte. El amigo lo cubrió como un campeón. Pero como el hombre no notó que su pantaloncito estaba cosido en una pierna y que era imposible ponérselo, ya que nunca lo usó… La esposa lo descubrió en su infidelidad. Nunca hubo un cabello, rouge o algo que lo delatara. Fue la imposibilidad de explicar como jugó al tenís con un pantalón cosido por dentro, que no se podía usar y que tampoco tuvo marcas de uso. Aunque lo hubiera tirado al lavarropas enseguida y que no se notara que estaba sin tocar. La cosida estaba intacta y eso lo deschavó. Por eso, poner excusas como el partido con amigos o ir al gimnasio, implica toda un preparación muy dificultosa para un momento que quizás no te deja margen para emprolijar todo. Pero si aun asi, tenés posibilidades de hacerlo o preferís realizar toda esa pantomima de ensuciar la ropa, tu cuerpo, cubrirte con amigos. Se libre de hacerlo. Igualmente, el cuerpo puede estar limpio. Si fuiste al gimnasio, puede que sea lógico que te hayas bañado y cambiado de ropa. Y así como recomendé armarse la historia de coartada para no tener que inventar sobre la marcha. También pensá el cronograma de tiempo de todo el momento de trampa. Pensando en lo que “estuviste” haciendo supuestamente, en tanto estabas con tu amante. Dudar sobre que paso antes o cuanto dura tal cosa ante tu esposa o novia, es firmar tu sentencia de muerte. Si llegado a este punto, pensás que quizás esto parece tan difícil como armar un operativo comando. Estás en lo cierto. Si no vas a tener la prolijidad y la meticulosidad de planear todo al detalle, como si fuera una operación militar; no vayas de trampa. Lo más probable es que, más tarde que temprano, te pesquen por chapucero descuidado. Seriedad para poder seguir disfrutando, prolijidad para nunca ser agarrado.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario