domingo, septiembre 07, 2025

Bocetos para la trampa 21: No contarlo, segunda parte

"Las leyes guardan silencio cuando suenan las armas"
Marco Tulio Cicerón. 

Además de las razones ya mencionadas en la primera parte. Al que nos referimos sobre todo por no hacer alharaca y evidenciarse, fomentar la envidia ajena o exponerse a ser delatado por el amigo de hoy pero enemigo de mañana, etc. El no contarlo tiene un componente psicológico y hasta casi místico. Así como los sabios orientales recomiendan que no cuentes tus planes si querés que se concreten. Lo mejor es no contar las posibles trampas o amantes, para que no haya envidias o mala onda de otros lados. Esto podría ser un poco inverosímil pero les desafío a comprobarlo. 
Uno no sabe que piensa o siente el otro. Tu amigo puede estar jurándote que te apoya y te cubre, y por detrás, está escupiéndote el asado con tu amante. Puede que le hable mal de vos o busca de forma indirecta que aparezca tu pareja para que la cosa no se concrete con la amante. A eso le llamamos un escupidor profesional de asados. Que te intente bardear, denostar ante una posible amante. No porque le guste ella, sino por envidia simplemente. 
Cuando la cosa no se concreta, uno siempre piensa que no se dio, que no se alinearon los planetas, que la mina es una rayada; pero a veces simplemente hay una sola respuesta. Hubo una mano negra que hizo lo posible para pudrirte el fato. Esta es una forma de testear las amistades, sean masculinas o femeninas. En el caso de que una amiga te pueda escupir el asado, las posibilidades se triplican. Por celos, envidia, solidaridad con tu pareja, ganas que te tienen, ganas de verte fracasar, ganas que le tienen a tu amante; todo puede ser.
Existe otra razón mucho más poderosa para no contar los planes. Quizás debería ir para una tercera parte. Esta razón es de un carácter más psicológico. Y esto que viene a continuación, también sirve de referencia para no soñar con planes que aun no se concretaron. Cuando contás tus planes, también funciona en cualquier otro orden de la vida, estás exponiéndote. En tu cabeza, ya lo estás logrando, soñándolo despierto sucede de igual manera. 
No imagines, no fabules en tu cabeza, no tengas esas ensoñaciones diurnas en exceso. Eso solo hace que en tu cabeza ya lo realizaste, todo fantasía obvio. Lo que hace que cueste llevarlo a la realidad, o logra que no lo hagas para nada. Es como si tu mente ya no tuviera incentivo para llevarlo a cabo. La emoción de tirarse en paracaídas, es increíble la primera vez. La segunda, la tercera, la cuarta; llegado a un punto, tu mente se acostumbra. Esto hace que de tanto soñar como vas a tener a tu amante, como lo vas a hacer, lo que le vas a hacer; terminás por no haciendo nada. 
La expectativa que se creó, no se condice con la realidad posterior además. Por lo que tu ánimo para encarar a esa mujer disminuye. Los hombres que más piensan lo que harán con una mujer, son los que menos hacen. Hay hombres que en su cabeza sueñan todo un noviazgo con la mujer que le gusta, sea o no amante, para luego no hacer nada. En su cabeza, ya se pusieron de novios, se pelearon, se amigaron, se dieron con todo, se casaron, tuvieron hijos y más tarde nietos. 
La realidad, es ya demasiado complicada, su mente ya hizo todo el trayecto de ida y vuelta. De forma inconciente, ya no quiere volver a repetirlo, aunque en verdad no haya hecho nada. Esto se relaciona aquí con contarlo. Decirle a un amigo o, peor, a una amiga, lo que vas a hacer, a quien te vas a encarar, con quien vas a engañar a tu pareja; es hacer lo mismo. Hacés desaparecer tus chances, sea por envidia de la otra persona o porque en tu cabeza ya lo lograste y no hay incentivo. 
De las dos formas que explicamos antes, soñarlo, exponerlo, contarlo; logra que no suceda en la mayoría de los casos. Por eso, el mejor infiel, como ya hemos dicho antes y seguiremos diciendo, es aquel que va de callado. El que no se ve como infiel, es mucho más inteligente que aquel que se jacta de serlo a los cuatro vientos.
Fantasías pervertidas de ayer y hoy presentó...

No hay comentarios.: