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Foto: Sasha Grey
“Los príncipes que han alcanzado grandes logros son los que han faltado a sus promesas.”
Nicolás Maquiavelo
Así como ya hablamos de dar una coartada y de no sobreexplicar. También se debe tomar en cuenta dar una excusa creible. No solo por lo simple y lo verosímil, sin explayarse por demás, ya que todo eso levanta sospechas. Hay otras cuestiones a tomar en cuenta. Un flaco dice que va con los amigos a un asado, llega a la casa con hambre y se come una hamburguesa. Así la historia del asado fuera verdad, levanta sospechas. Nunca hagas eso, aun si no fuiste de trampa. Morite de hambre si es necesario, pero no levantes esas sospechas. Es de idiota. Peor aun, si encima no hiciste ninguna trapisonda, te recibiste de idiota con diploma y todo. O peor, no llegues sin hambre porque ya comiste con tu amante y no des explicaciones. Alega un malestar estomacal si es necesario.
Si la tóxica de turno no te cree aun así, pensá mejor en cambiar de novia. Me ha pasado de estar con alguien y que de los nervios que me generaba no tenía hambre, por esto, me acusaba de haber comido con alguien más y eso era para ella prueba de que tenía una amante. Y querés escuchar algo estúpido? No era verdad. Nunca le metí los cuernos ni le mentí. Me separé, claramente. Sospechaba de todas las mujeres y veía evidencia de infidelidad por todos lados. No solo lo sospechaba, luego de pensarlo, lo confirmaba en su cabeza; sin ningún tipo de prueba. Eso es lo que se llama una tóxica con todas la letras. Para una mujer así, no hay historia o prueba que valga, escapá rápido mientras aun tengas chance.
Si no es una tóxica, o no de ese calibre, podés poner una historia que resulta creible. Pero es obvio que la debés sostener. Como ya ejemplificamos antes, si vas a decir que fuiste a jugar al futbol y tu ropa está impoluta, sos imbécil. Si vas a decir que te quedaste trabajando con un amigo y ese amigo habló con tu pareja, y le dijo que no te vio; sos un idiota redomado. Por eso es preferible, tener la historia pensada de antes, armarla con tiempo, coordinar previamente y no improvisar. Venir de trampa y tener que inventar una historia sobre la marcha, siempre resulta mal. A la larga o a la corta.
Ahora bien, puede que la trampa surja de improviso, se dio de repente… Ok, andá pensando una historia mientras vas al telo con tu amante o adonde sea que tengas ese encuentro. Si te distrajiste, porque estabas pensando en otra cosa, como para inventar una coartada; pensalo luego. Pero no entrés a tu casa o vuelvas a ver a tu novia, sin tener una historia sólida. Por eso recomiendo a los casados, que se divorcien o que no tengan amantes. Es una chapuza total ser descubierto, andar a escondidas como un adolescente, preocupados que la bruja no se entere, puterios varios. Para eso no tengas una amante y listo. O no te cases en primer lugar. Lastimás a alguien y encima no lo disfrutas, terminás sufriendo tu infidelidad, en vez de gozarla.
La historia debe ser lo más simple posible. Una salida con un amigo, charlando en un bar, siempre saber si el bar sigue abierto o si abría ese día. Eso es también pensar la coartada, no digas lugares que quizás te refutan la historia. Como ese que dijo que comió con un primo en el restaraunt X y ese lugar había cerrado hacía tres meses atrás. No se compliquen con las historias, hablá de un lugar que vos conocés pero tu pareja no. Así tendrá menos chance de sospechar o retrucar. La mejor forma de que no sospeche es no tener mucho para esconder. Contar una historia compleja, hace que te puedas confundir, no lo crea o que tenga más elementos para descubrir que era una mentira.
Lo ideal a mi entender, es tener una historia armada siempre en tu cabeza, algo que pudiste hacer en cualquier momento. Para cuando te surja de repente una trampa con una compañera o amiga, ponés esa excusa. Recomiendo ensayarla y prepararla de antemano. Si vas a usar esa excusa prearmada, fíjate que no caduque con el tiempo, véase el caso del bar más arriba. Si ya tenés un plan de excusa hecho con tiempo, es más probable que le veas los errores a la historia a contar. Si descubrís esas fallas de guión y las corregís, es más difícil que tu pareja te descubra.
No es recomendable inventar excusas que involucren a gente que no está al tanto, reitero algo ya dicho mucho antes. No pongas a un amigo en apuros, usándolo de coartada sin que lo sepa. Es muy posible que te pareja lo interrogue para corroborar la historia. Si es medio vacilante o niega todo, sos hombre muerto. Busted!!!
La historia más creible y por tanto más difícil de confirmar, es que te fuiste a estudiar a un bar, caminar en solitario, te demoraste por ir a ver algo para regalo de cumpleaños. Aunque no compraste nada, eso no quiere decir que no fuiste de shopping. Con las tóxicas, ninguna historia será verosímil o creible, así que ya sabés, cambiá de pareja, pero no cambies de historia. Nada peor que arreglar la narrativa en tanto tratás de convencer a la tóxica de turno.
Terminamos con un punto muy importante, que cierra este tema. La historia que usas de excusa es “lo que pasó”, que la mujer no lo quiera creer es su problema. En tu cabeza, no fuiste de trampa, hiciste lo que estás contando. Este es un ejercicio mental para hombres fuertes. De ahí, la importancia de tener una historia simple y verosímil, bien armada y sin huecos de lógica. Eso pasó y no se discute.
Si contaron una historia creible y aun así, no les creen, la mujer los está presionando a que confiesen. Como seguramente, tenés algo que esconder, te vas a desdecir, tratar de arreglarlo. NO!!! Si la tóxica no quiere creerte, ese es su problema. Tenés que verlo como dije antes, como si hubiera ocurrido realmente. Te van a presionar, a cuestionar, de todo. Vos debés siempre mantenerte en tus trece. Eso es lo que pasó y no otra cosa. De aquí, siempre la importancia de no dejar rastros, de contar la historia correcta y de mantener la posición firme. No ceder, eso es signo de debilidad.
Fantasías pervertidas de ayer y hoy presentó...
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