Foto: Sasha Grey
"Es sencillo hacer que las cosas sean complicadas, pero difícil hacer que sean sencillas."
Friederich Nietzsche
Hay varios clases de amante que debemos analizar en primer lugar. Esto no es una categorización de personalidad femenina, sino una forma de nomenclar según los vínculos establecidos con ella.
La amante ocasional: Esta es de una vez, un hecho repentino, algo que surgió. En este caso, debemos tener cuidado de no apresurar el encuentro y quedar expuestos por forzar horarios o situaciones. Si es la primera vez que le sos infiel, mucho cuidado que no sea una trampa de la oficial, sea ella con una cuenta falsa de mail o redes sociales, o que sea una amiga suya. Si es una amiguita que surgió en el trabajo o algún ámbito institucional. Mejor mantenerla en las sombras sobre la oficial y viceversa. La ocasional, puede quedar en esa sola ocasión, lo cual puede tener dos vertientes. Ser una amante problemática o convertirse en habitual, justamente porque no da problemas, lo que sería lo más recomendable.
La amante habitual: Todas empiezan como una cosa de una vez y vemos que nos pasa luego. Se recomienda, que para tener una amante de esta clase, nos debe dar pocos problemas o ninguno y ser discreta. Lo mejor, sería que no sepa que es la otra, o que si lo sepa, no le importe. Ya sea porque no desea compromiso, solo placer, o porque ella también está de trampa. En este caso, cuando la amante habitual se pone en tren de celar al hombre, lo mejor es cortarla de a poco. Que vea que los celos nos alejan. Pero tiene que ser de forma definitiva. Cuando una amante se vuelve una celosa exigente, es solo termina escalando hasta el desastre. Se puede calmar un tiempo pero luego retomará sus demandas. Lo mejor sería que con las amantes, no sea algo formal, que se vean cuando pueden, cada tanto. Lo que puede permitir tener más de una amante habitual, intercalando cada una con la oficial. Esto, claro, únicamente si no estás casado o conviviendo con la oficial. Ya en tren casado, sea o no con papeles, no conviene tener amantes habituales o de serlo, que no se vean tan seguido. Para escaparte en la noche, mejor no haberse casado. Sino tiene que estar muy bien armado y la esposa no debe estar en plan vigilante. Ser descubierto es cuestión de tiempo, hecho así.
La amante problemática: es la que fue ocasional o habitual, pero temprano en la primera o tarde en la segunda opción, comenzó a presentar inconvenientes. El mejor camino a seguir es largarla lo más rápido posible. Buscarse otra que no busque tanto lio. Una que no de dolores de cabeza y preocupaciones. Intentar mantenerla es como jugar con fuego y polvora al mismo tiempo. Solo puede terminar en estallido.
La amante formal con acuerdo: Es una variante de la habitual, pero con un claro convenio no escrito de que cada uno hace la suya y no le importa si estás con otra, sea o no la oficial. Ella claramente también va a estar con otros hombres. Por lo que si esa idea te hiere el ego, no tengas más encuentros con ella. Si tu frágil autoestima de hombre no tolera esa competencia con otros tipos... no se vean más. Solo puede terminar en pelea y contaminar tu pareja oficial. A riesgo de que te descubran. Quid pro quo. Equidad, si vos podés estar con otra, ella puede hacerlo con otros. Si te bancás ese status quo, seguí. Si no lo hacés, búscate una ocasional o alguna otra amante que solo quiera estar con vos alguna que otra vez y no te enteres si estuvo con otros tipos. Eso no se pregunta, es patético. Pero eso puede terminar en un ejemplo complicado como el que viene a continuación.
La amante enamorada: Es la que querría estar con vos y se disfraza de amante, soñando con ser la oficial. Muchas veces lo disimulan, algo en lo que las mujeres son expertas. Hay que saber leer las señales de cuando quiere algo más y cortar lo más rápido posible. La que está enamorada, llegará hasta límites insospechados como hacerse amiga de tu pareja, si no lo es ya, para contarle como la engañaste. Quizás no ocurrió nada aun, pero lo estás planeando. Puede que este tipo de amante, quiera primero, escupirte el asado con tu pareja y luego reemplazarla. Una mujer así, no es buena para ningún hombre. Escapale, está loca. Si empezó siendo una amante y luego revela estar enganchada, puede terminar mal. Con el tiempo, sentirá esa insatisfacción de ser la otra y querrá ocupar el sitio que tiene la oficial. En estos últimos casos, puede presentarse la idea de “mío o de nadie”. Puede que quiera romper tu pareja actual y no ocupar el lugar dejado, solo porque no te tiene ella y tampoco la oficial.
La ex amante: Puede que fueran antes pareja y quedaron con ganas de seguir teniendo relaciones sexuales. A ella seguramente le debe haber gustado como lo hacías y su novio actual no es tan bueno. O lo es, pero le gusta igual. Como sea el caso, ella es una ex y puede ser la menos problemática. Aunque si ella quiere volver o siente cosas todavía, puede terminar mal. Lo mejor es estudiar si ella está de joda con vos o si quiere algo más. Evaluar eso evita que se vuelva las de los dos casos previos que vimos. Una ex que es ahora amante, sin ataduras eso si, da total libertad a armar algo. Si ella también está en pareja, puede ser difícil coordinar encuentros. Pero conviene ser paciente, regla de oro. Ella y vos se matan en la cama, pero la realidad debe permanecer luego. Si cada uno tiene su pareja, debés dar el respeto al espacio que ella le da a la suya. Así será equitativo que ella preserve tu secreto, ya que también te preocupa preservar el suyo. Ya que por algo es una ex y no la oficial, esperemos que no lo sea por enterarse de sus cuernos, puede ser fácil ir y venir con ella. Si ella fue engañada, no conviene que tengas contacto, la revancha con tu pareja actual está a la vuelta de la esquina. Solo espera tener pruebas y delatarte con tu actual oficial, para no ser la única cornuda. Escapale a las que engañaste en el pasado.
La amiga con derechos: Tener una amiga que no quiere compromiso pero desea todo el placer, es el mejor camino que podés seguir. El único tema es que no debe tener esos mambos morales de sororidad y que tenga culpa con cornear a tu pareja actual. Si la detesta no es mejor, ya que posiblemente quiera exhibirse delante de tu oficial. No por delatarte, sino para mostrarle que ella es más importante que una novia, es la amiga. De ahí, a que tu pareja sume dos más dos y comienza a sospechar, hay un suspiro. Cada quien sabrá si la amiga puede ser un problema o la mejor opción. Habrá amigas que sean las mejores en la cama y las más discretas, o las mejores amantes y buscarán que todo salga a la luz. Debe cada hombre estudiar el tema a fondo y evitar conflictos. Así como tu tóxica de turno, sospechará siempre de una amiga, es más fácil negar todo roce. Ya existiendo un vínculo, no estás negando que lo haya, solo estás refutando que haya llegado hasta lo carnal. Igualmente, es un tema a tener cuidado, evaluar quien la tóxi. Tu amiga o tu pareja.
Conclusión: Así sea una amiga con novio. Así solo hayan curtido un par de veces. Así se vean y se maten en la cama cada tanto. Siempre puede suceder, o casi siempre, que la mujer termina esperando más. Las mujeres que podrían ser amantes forever son las menos. Algunas se terminan enganchando y desean algo más. Otras siempre pensaron en ser algo más y eso solo lo veían como un medio para un fin. La cuestión es que tengamos claro que una amante termina su vida útil no cuando nos dejó de gustar, sino cuando se vuelve un problema en potencia. Funciona como una lámpara, primero da poca luz, luego titila, da problemas, se termina rompiendo. Antes que eso se rompa, lo cual puede invadir al ámbito de tu pareja oficial, es mejor cortarla primero. O poner pautas claras o no tenerla como amante. Se que muchos no querrán cortar su mejor jueguito, te gustará como te coge, pero la verdad es que debés sopesar que preferís. Seguir con una amante que es una bomba de tiempo o que se destruya tu pareja. Esas dos cosas combinadas solo van a terminar en que seas descubierto.
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