
Foto: Sasha Grey
"Para creerse infiel es preciso creerse amado."
Jean-Baptiste Racine
Confirmando primero que tu pareja no es la “otra”. Conocí el caso de un tipo que conoció una mujer de otra provincia por internet y resultó ser la esposa que lo estaba probando. Así que cuidado con las desconocidas, también podría ser una amiga de tu pareja que busca probarte, por más que la oficial no quiera saber si es o no cornuda.
Tener el teléfono con medidas de seguridad es tan inseguro como dejar la puerta abierta en un barrio peligroso. Es solo cuestión de tiempo a que, tu pareja te lo encuentre desbloqueado, se aprenda el patrón o la contraseña, tenerlo con huella suele ser más seguro. Pero nada es infalible, lo mejor es no tener rastros de nada en el aparato. Ni fotos, ni videos, ni emojis, ni chats comprometedores.
Con el tema del chat, mejor es borrarlos apenas se terminó la charla con la amante. Existe en whatsapp la opción de “eliminar para mi”, lo cual borra el rastro. “Vaciar chat” es otra opción pero esa puede levantar sospechas si no hay un reciente chat vacío. Mejor es charlar con otras personas luego de hacerlo con la amante, así se mezcla y se oculta para abajo la conversación de la trampa.
Si vas a hablar algo concreto o largo con la amante, y no querés dejar rastro, recomiendo la llamada. Se coordina un horario, se charla, se arregla el encuentro o lo que sea que hablen y listo. Luego se borra esa llamada del registro y aquí no ha pasado nada.
Agendar amantes como “mecánico” o “plomero”, ya es un chiste, tanto que se convirtió en meme. Es mejor agendar el nombre real de la amante, pero con una referencia como “negocio” o algo relacionado al trabajo, puede pasar como si fuera una clienta de ser ese el caso. Eso lo debe inventar cada uno según su tipo de vida, pero no desdibujen la identidad, solo inventen una explicación que resulte plausible. Una amiga es lo más lógico, aunque cualquier tóxica vera en todas tus amigas, a una amante en potencia. Sábelo, nada convence a una loca celosa que es “solo una amiga”, por más que eso ser verdad. Por eso, no importa si tenés algo o no con tus amigas, ella siempre sospechara. Así que, de poder acostarte con una amiga, hacelo sin problemas. Igualmente serás acusado de ello. Pero lo peor que le puede pasar a una tóxica es que no encuentre pruebas por más que busque. Este tema de las celosas, lo veremos más adelante en detalle, por ahora, solo seguiremos sobre eso en el caso del teléfono.
También suele ocurrir que tu pareja/celosa te exija ver el celular, nada hay más delator que dudar en dárselo. Primero, es una clara invasión a la privacidad. Podés dárselo, pero enojado por esa desconfianza y ese avasallamiento de la vida propia. Tenés que mostrarte ofendido o desilusionado, pero no del todo enojado, eso levanta sospechas. Muchos ocultan sus nervios con el enojo. Como dije en capítulos anteriores quien nada tiene que esconder, nada teme. Por eso, no tengas nada que te comprometa, que no haya rastros en tu celular. En esto también se debe ser meticuloso. No dejar fotos o mensajes o audios que sean peligrosos de ver por tu pareja. Si ella exige que le muestres el teléfono, tenés que tener la fría tranquilidad que se lo das, sabiendo que no va a encontrar nada. Puede que diga, que ya borraste todo o que justo no había nada. Si es así, evaluá si no es una tóxica paranoica, a lo que sería mejor mandarla a volar. Novias tóxicas verán el chat más inocente como una trampa, por lo que es inútil discutir con esa clase de idiotas. Una compañera de trabajo, sea o no un amante, es una compañera. Una amiga, por más que hayan tenido más sexo que en una porno, es una amiga. Y eso es lo que tu oficial debe saber, no cuentes nunca las amigas con las que te acostaste. Desdibujar en la agenda a la amante va a hacer que te descubran. El “plomero” llamándote a las nueve de la noche, el “mecánico” mandándote emojis de corazón a la mañana; hasta la más inocente sospecharía. Si encima es una celosa enferma, no solo no deberías hacer eso, sino que no deberías salir con ella. Una tóxica no se le dice así, porque irradia como el uranio, te envenena la cabeza, te persigue hasta que confirma sus sospechas. Y te va a inventar romances que nunca tuviste y que desearía haber tenido. Ese tema lo veremos la próxima vez.
Fantasías pervertidas de ayer y hoy presentó...
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