Nunca fui de defender la trampa, considero que si vas a estar con alguien más, es porque algo no funciona en la relación "oficial". Si es así, es más honesto cortar y seguir con otra cosa, o no prometer nada a nadie en primer lugar. Por otro lado, por experiencia personal, te da culpa y puede que no lo disfrutes. Ahora bien, si sacás la culpa o ya conseguiste superar ese remordimiento inicial y ya no te preocupa, corrés grave peligro. Confiarse es la primera falla para ser descubierto. Hay que tener el temple para no morir de nervios. Si no vas a manejarte con aplomo y sin ansiedad, mi recomendación, no vayas de trampa. Lo primero que te delate es tu nerviosismo. Nada que genere más sospechas que la cara de culpable o el nerviosismo de quien se ve expuesto. Mentir no es la mejor opción, es preferible que nunca sepa donde fuiste o con quien. No es necesario mentir cuando tenés la libertad de horarios y no es necesario aclarar que hiciste. Además, cuando das demasiadas explicaciones, te vendés solo. El mentiroso explica por demás y con ello se delata. No mientas, es preferible obviar eventos y hacer el trabajo mental de que nada ha pasado. Autoconvencerse y volver como si nada hubiera ocurrido. Si no querés ser descubierto, no te deschaves vos solito.
Si vas a estar con culpa, no lo hagas, no vas a disfrutar. Si vas a vivir nervioso por ser descubrirte, lo mismo. Si solo lo vas a hacer para jactarte, merecés que te descubran. Pero eso lo veremos más adelante. Es más aceptable, el hombre que es infiel porque tiene una carencia crucial en su pareja. Esto puede terminar en dos cosas. Sigue porque la carencia se esfumó y la trampa le sirvió para saber que amaba a su pareja. O descubre un mundo nuevo en el chongueo y se separa de esa pareja oficial. El punto intermedio o tercera opción, sería que siga de trampa, pero con el tiempo, siempre se deriva en una u otra de estas opciones.
Si vas a querer vengarte por una infidelidad que supiste de ella, pero que no sabe que te enteraste. Es entendible, pero berreta, hacerselo notar. Que ella también es cornuda poco le va a doler a una mujer, ella lo hizo primero, ya ganó. Si vas a hacerlo, te metés de trampa y la lastimás; fracasaste como amante. La idea es disfrutar y que no se entere, quizás ni quiere hacerlo. Teme o sospecha que quizás la estés cagando, pero al no darle razones de sospecha no se preocupa. La estupidez más grande de un infiel es hacerse notar. El infiel que se nota que lo es, además de ser evidente y burdo, es un idiota redomado. El jactancioso, el gatero son los más mediocres de los infieles. El infiel más experto es aquel que no lo parece. Mientras cara de pelotudo tenga o lo crean, mejor. En ese caso, el hombre debe soportar que otros opinen que es un ingenuo o un tonto, o lo que sea. No debe mostrar sus cartas. Tanto si esto ocurre como si lo pone nervioso ir de trampa, está fracasando. Los nervios te pueden delatar, así como no permitirte disfrutar del placer. Incluso puede ocurrir que no tengas una erección debido a la culpa o a los nervios. Mostrarse nervioso es el primer paso para delatarse solo.
Lo primero que se debe hacer es mantener la cabeza fría, regla número uno.
Fantasías pervertidas de ayer y hoy presentó...
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