viernes, febrero 10, 2006

Discúlpame... ¿Tenes hora?... es que se me paró cuando te vi.

Un deseo resguardado. Una ardor interno. Es como un fuego que me quema desde muy adentro, como demonio que se encuentra en celo. Domingo a la noche se cumplio lo tan sospechado. Era tan debatido, tan esquivado, como los besos que se entrcruzaron. El deseo me invadio como nunca antes, jamas crei sentirme tan bien, con una persona a la que recien conociera. Sus besos eran lo mas aterciopelado que hubiera sentido. El guardian fue custodiado, el protector fue abrazado. Lo tan murmurado finalmente sucedio. Y el amor a la corona tomo otro matiz, mas literal.
Fantasias pervertidas de ayer y hoy presentó...

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