lunes, septiembre 04, 2006

Pelear por la paz, es como coger por la virginidad.

Esta frase va dedicada a ciertas personas que tienen esa loca idea. Lo mismo que otras con respecto a mi ser. La noche había terminado y el día traía una segura resaca. Más de sueño que de alcohol, mi cuerpo no daba más. Pero en el momento que menos esperaba, un beso cambio todo eso. No hubo cansancio, no hubo resaca, no hubo sueño. Aunque venia sin dormir bien desde el martes. Esa mañana, algo despertó en mí. Un deseo tan atrapante que era inmune al cansancio y a Morfeo. Una barrera mental había caído, me volví a sentir como sentí que era desde siempre y que algunas veces, el mortal común lo eclipsaba. Fue tal mi sorpresa, que aun en esa situación, no caía. Solo me deje llevar, fui por esa vez, una hoja en el viento. Más que ocho vientos, se desataron miles de huracanes, en el máximo silencio posible. Ahora, las implicancias de estos hechos, calan hondo en las almas. Y siento que una batalla mas que interna se va a desatar. Pero estamos en 2006, no en 2004. Esta vez, no hay retroceso, no hay concesión. NO habrá victorias. Ya lo decía mi maestro: “No retroceda ni un solo paso o los demonios tomaran ventaja.” Y esta frase del maestro tiene gran relevancia por doble razón. El deseo es el poder. Y yo soy mas poderoso que todos los demonios juntos. “Entre tus piernas voy a llorar, feliz y triste voy a estar”.
Fantasias pervertidas de ayer y hoy presentó...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Solo queria desirte que esa mañana fuè maravillosa para mì.
Sos genial, tenes todo lo que un hombre tiene que tener.
Sos lo mas ...
Kari