lunes, junio 13, 2016

Vírgenes de la oreja.

Somos una sociedad que ha sido educada para no disfrutar del placer, para considerarlo algo malo. Así como para los populistas es un pecado hacer dinero y tener ganancia. El concepto del pecado ha sido la herramienta de control que han utilizado los poderosos para que los menos beneficiados se conformen con lo que tienen y no intenten aspirar a más. Mientras que los que tienen poder, sean o no del clero, disfrutan más que bien de todos los placeres. Algunos que son considerados reprobables, los hacen a puertas cerradas, como las violaciones de niños. Los placeres que son socialmente aceptados por su común acuerdo, se considera un beneficio que Dios les trajo para ellos exclusivamente en esta vida. No muy diferente al nacimiento de la nobleza medieval, el ser reyes por mandato divino. En toda esta hipocresia, no discutimos si el aborto debe ser legalizado, porque antes que abortar habría que educar. ¿Pero como vas a educar sexualemente a una sociedad si la falsa iglesia te prohibe siquiera hablar de eso? No nos libraremos de los males que nos aquejan hoy hasta que no nos libremos de estas metódicas equivocadas. Ciegos que siguen a un ciego paralítico.
Fantasias pervertidas de ayer y hoy presentó...

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